¿Y que me pongo hoy?

Esa es la pregunta que se debe hacer la Vicevogue cada vez que se va a cualquier escenario público, sea en el Congreso, donde para lo que hace, sería mejor que se quedase en su casita, o si se va a bailar con el traje típico en Africa.

Es una pena que en el debate de control del pasado viernes lo único que haya quedado es lo que le dijo D. Eduardo Zaplana, que se vista un día de vicepresidenta de Gobierno y conteste a las preguntas que se le hacen en el pleno de control, y por supuesto, que la momia y unas cuantas diputadas más socialistas y de IU, junto con Montilla, que no se que hacía entre tanta mujer, o es que igual también se sentia ofendido, se levantaran de sus escaños que tan ricamente les pagamos los españoles porque se sentian indignadas.

Vicevogue, yo también me siento indignado, estafado, vilipendiado cada vez que aparece por el Congreso para ofender a la inteligencia de los españoles, de las víctimas del terrorismo, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de los jueces, y de muchas otras instituciones que defienden mi honor a diario. Me siento indignado de que usted si pueda insultar a Acebes, pero le moleste un simple comentario de otro parlamentario. Pero cada uno es como es, y si se quiere ir a bailar a Burkina Faso, hagaló, pero paguese el billete de su bolsillo, y quedese allí una temporada.