lunes, julio 10, 2006

9 años después


Hoy hace 9 años comenzó uno de los episodios más lamentables de la historia española moderna. El secuestro de Miguel Angel Blanco Garrido

El 10 de Julio de 1997 se suponía otro día normal para un joven concejal del PP en Ermua (Vizcaya). Salió de su casa como cualquier otro día para dirigirse al trabajo que tenía en Eibar. Pero Miguel Angel nunca llegó a aquella reunión que tenía con un cliente de la gestoría en la que trabajaba. Unos asesinos le secuestrarón tal día como hoy hace 9 años.

Y empezaron dos días de total angustia para los españoles. Los etarras que le habían secuestrado pedían para que Miguel Angel siguiese con vida que en el plazo de 48 horas fuesen trasladados todos los presos vascos a cárceles próximas. En pocas palabras, dando paso al chantaje y a la extorsión del Estado, quien, por otro lado, nunca se planteó ceder al chantaje.

Fueron dos días que no importaba quien fueses, o que representases, o cual fuese tu trabajo, o lo bueno o malo que hubieses podido hacer en vida hasta ese momento. Importaba Miguel Angel Blanco, un trabajador como lo podía ser cualquier otro, un chico de 29 años que tenía planeado casarse con su novia de toda la vida al año siguiente.

Y entonces ocurrió lo inevitable, toda España salió a la calle a decirle a los etarras que liberasen a Miguel Angel. Todos, pero sobre todo los habitantes del Pais Vasco, que se sentian hasta esa fecha muy oprimidos por el sentimiento nacionalista. Fuimos millones los españoles que en la medida de nuestras posibilidades salimos a la calle, nos pintamos de blanco las manos, señalabamos nuestra nuca, diciendo aquello de "ETA, apunta, aquí tienes mi nuca".

Fueron 48 horas que se hicieron eternas, que intentabamos compaginar con nuestra actividad diaria, pero era harto complicado. Fueron dos días de derramar lágrimas, de definitivamente no entender la barbarie terrorista, su sinrazón, algo que se ha ido agravando con el paso del tiempo. Y que por eso se sigue sin entender el porque de esta rendición a pies de la banda asesina.

Ojala fuese posible recuperar aquel espíritu de Ermua, donde todos los españoles ibamos de la mano en la lucha por la derrota del terrorismo. Pero se antoja muy complicado, sobre todo mientras sigamos con este gobierno a quien los cristianos, las víctimas del terrorismo, o cualquiera que no concuerde con sus ideales es un estorbo.

Pero para muchos de los nacidos en este hermoso país, o muchos de los que aquí vivimos, Miguel Angel sigue vivo entre nosotros. En nuestro recuerdo, en nuestra memoria, y eso es algo que no puede morir.

En recuerdo de Miguel Angel Blanco Garrido, asesinado por ETA el 12 de Julio de 1997.

En recuerdo de todas las víctimas de la barbarie terrorista de una banda asesina. En recuerdo de esas 934 personas que perdieron la vida a lo largo de más de 40 años de esta sinrazón.

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre.


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