Pasa el año, pero vamos a peor

Ya llevamos una semana en este nuevo año, y la verdad es que no pudimos empezarlo de peor manera. Terminamos 2006 con un atentado terrorista, y lo hemos empezado con la certeza de que ha cercenado dos vidas humanas. A nivel humano no existe mayor traición que el de asesinar, el de acabar con la vida. Pero para el gran iluminado, para el amigo de los musulmanes, de los terroristas, eso es algo sin importancia. Mientras toda la sociedad española pide la vuelta al Pacto Anti Terrorista, el se empecina diciendo que no hay nada que indique un fallo en su "proceso de paz". O sea, en su proceso de rendición, de ceguera. No fue capaz de ver que el proceso de extorsión a empresarios, tanto vascos como navarros seguía funcionando. No fue capaz de ver como quemaban a dos policias a plena luz del día en el centro de las calles de San Sebastian, o la quema de autobuses, por no hablar de la quema de cajeros, amenazas indiscriminadas a sedes socialistas o populares, que a pesar de ser una asociación ilegalizada por ser uno de los brazos de ETA sigan dando ruedas de prensa, y manifestandose día si, día también. Que la sociedad nos hayamos tenido que bajar los pantalones, faldas, los calzoncillos, bragas, tangas, pantys, leotardos y todo lo que encontremos por el camino, con el fiscal rendido a sus pies, recortando penas a asesinos convictos.

Y asesinan a dos personas, y lo único que se le ocurre es decir es que la negociación queda en "suspenso". En suspenso quedó su cerebro, y su inteligencia en temas de estado en la vida pasó de estar en blanco. No nos merecemos un gobierno que nos mienta, no nos merecemos un gobierno que se rinda ante los asesinos, nos merecemos un gobierno que escuche a la sociedad. En definitiva, nos merecemos cualquier cosa, menos esto. Rubalcaba debe dimitir, si es cierto que las fuerzas de seguridad del Estado no le informaron de que preveian un atentado terrorista, y Zapatero debería irse a Francia a practicar su frances, pero sin vuelta atrás.