El uso de la Constitución

La Constitución española se ha ido adecuando a los tiempos. Desde la primera Constitución, la Constitución liberal de Cádiz de 1812, hasta la actual, la de 1978, España ha tenido otra serie de Constituciones, o también denominadas en el tiempo Estatutos Reales. Incluso en estos términos se podría incluir las denominadas Leyes Fundamentales, acordadas bajo el régimen de Franco, aunque, evidentemente, al tratarse de un régimen dictatorial, esto se debe coger con pinzas.

En todas ellas, sin excepción de ninguna, se habla de la unidad de España. En la Pepa, como comúnmente se le llamaba a la Primera Constitución, se cita, en su artículo 2 que La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona. Bien haría el actual Presidente del Gobierno español, ya no en leerse toda la Constitución de 1812, que sería un supremo esfuerzo, sino simplemente, en fijarse en dicho artículo.

Y haría bien porque desde que Rodríguez Zapatero ha llegado al poder, la nación Española, única nación reconocida en la actual Constitución, está subyugada a una Comunidad Autónoma, la catalana. Esta Comunidad, con la elaboración del último Estatuto, además de asumir responsabilidades que claramente, según la Constitución, atañen al Gobierno Central, como puede ser el control de puertos y aeropuertos, también se asigna como propio el término nación. Pero esto a Zapatero, como escuchamos en el siguiente audio, era algo que le daba igual, incluso antes de que dicho texto llegase, incluso, al Parlamento.



La Carta Magna, la ley Suprema de todos los españoles, es algo que nos une a todos los españoles. En muchas y diversas épocas siempre ha sido un nexo de unión, algo que nos ha ayudado a mirar hacia delante sin complejos. Pero eso es algo que nuestro Presidente del Gobierno no ha sido capaz de entender. Ni lo ha sido, ni por desgracia, me parece que tampoco será capaz de entender en el futuro.

No es Zapatero el único que ignora la Constitución, o la toma según lo
que mayor provecho se le pueda sacar en ese instante.

Otro ejemplo lo podemos ver en el ex ministro de Defensa, Jose Bono,
quien, en su afán de protagonismo, no ignoremos que siempre va con un
fotógrafo a su lado, simula lesiones, deteniendo ilegalmente a dos
ciudadanos, casualmente, militantes del PP.

Pero tampoco es la única ocasión en la que este ex-ministro se ha
dedicado a mentir, y a sacar partido de su calidad de ministro. Aquí
viene otra demostración



También sería casualidad que a este militar, escasos días después,
fuese retirado del servicio activo, y puesto bajo arresto
domiciliario. Pero como yo no creo en las casualidades, tendré que
pensar que incluso los que se definen como españoles, y defienden la
unidad de España, tan remarcada en la Constitución, si es para su
propio provecho, este acuerdo al que llegamos todos los españoles hace
hoy 28 años, se puede convertir en papel mojado