¡Es Zapatero, no Rajoy!

(Artículo en el ABC de JOSÉ MARÍA CARRASCAL)

Mariano Rajoy acapara los últimos días el debate de la política española, en términos no muy favorables para él. Sin duda, el líder popular tiene defectos y ha cometido errores. Posiblemente, debió elegir su propio equipo de inmediato, en vez de esperar a ser derrotado por segunda vez. Posiblemente, debió dirigir la mirada al 2008, en vez de al 2004. Posiblemente, su hablar muy fuerte y actuar muy débil fue justo lo contrario de lo que suele aconsejarse a un líder: palabra suave y estaca en la mano.

Pero todo eso no impide el hecho fundamental: el causante de los problemas con que hoy se enfrenta España es Zapatero. Fue él quien calificó la crisis económica de «turbulencias» pasajeras, mientras Rajoy advertía de su magnitud y se le tachaba de catastrofista. Fue él quien, al socaire de un hinchado plan de paz, metió a las terminales de ETA en los ayuntamientos vascos, de donde va a costar Dios y ayuda echarlas. Mientras Rajoy advertía desde el primer momento de tal riesgo. Fue él quien sacó de la botella el genio de las autonomías soberanistas con los nuevos estatutos, y ya veremos quién es capaz de devolverle a ella. Como fue él quien no prestó la menor atención a los problemas del agua, de la energía del desprestigio exterior y del enfrentamiento interior. Al revés, los agravó. ¿Que Rajoy no supo hacer valer sus argumentos? De acuerdo, y la mejor prueba es que perdió las últimas elecciones, que ganaba Zapatero. Pero eso, repito, no niega la mayor: que quien se ha equivocado en los problemas de fondo es Zapatero, que ahora se ve acosado por ellos. Y lo más grave es que no se encuentra él sólo. Es que nos encontramos todos los españoles. Y cuando digo todos, quiero decir todos, incluidos aquellos que se las prometían tan felices con él, vascos y catalanes.

Es algo que conviene tener en cuenta el día de su segunda investidura. Porque si nos concentramos en las carencias de Rajoy, en lo que hizo mal y en lo que tendría que hacer, nos perderemos de nuevo el tren y nos encontraremos en 2012 como ahora, sólo que peor.

Para que esto no ocurra, Rajoy tiene sin duda que cambiar de tono, de táctica y de asesores. Ha empezado a hacerlo y han empezado a caerle palos encima, unos merecidos, otros no tanto. Pero quien tiene que cambiar, no ya de táctica, de talante, de consejeros y de aliados, sino de política, es Zapatero, por ser él quien se equivocó y quien está al timón de España. Y aunque sus primeros cuatro años de mandato han sido de éxito personal, no lo han sido de éxito para el país en su conjunto. Ha logrado acorralar al principal partido de la oposición. Pero de continuar por ese camino, quienes vamos a encontrarnos acorralados somos los españoles.

Recuerden la respuesta de Clinton a un ayudante, cuando le vino con una patochada: «¡Es la economía, idiota, la economía!». En versión española de hoy sería: «¡Es Zapatero, no Rajoy, a quien reelegimos!».

Incanus: estoy en plena sintonia con Carrascal en ese artículo y por eso lo pego. Esto parece un casting con tanta zorrería anti-Rajoy . Centremonos en el malo de la película, que no es otro que ZP. Empiezo a caer en la des-esperanza...