domingo, julio 16, 2006

Aniversario de Perejil



Hace exáctamente hoy 4 años, se demostró que España contaba en el orden mundial. No es que fuera un hecho notable, pero desde luego, tuvo su relevancia. Días antes, las tropas de Mohamed VI se habían hecho con el control de un islote que se encontraba bajo soberanía española. Bueno, se encontraba y se encuentra. Marruecos quería, como lo ha hecho siempre, controlar todo lo español que les apetezca, se llame Ceuta o Melilla, o como era este caso, un islote donde únicamente habitaban cabras.

El entonces presidente del Gobierno, D. Jose María Aznar intentó agotar todas las vías diplomáticas imaginables para advertir al Rey de Marruecos, Mohamed VI, que Perejil se encontraba bajo soberanía española, pero como suele ocurrir con personajes con aura dictatorial como es el caso de este personaje, no escucha. Sólo escucha lo que a el le apetece oir. Y recalco la diferencia entre escuchar y oir.

Así que hace cuatro años un grupo de soldados españoles se desplazaron desde el acuartelamiento de Rabasa, en la ciudad de Alicante, para poner las cosas en su sitio. Llegarón al lugar en helicoptero, y en pocos minutos tenían la situación controlada. Por supuesto, de todas partes en España y en Europa llovieron críticas por el hecho de tener que recurrir a la situación armada. No, a nadie le hacía gracia el tener que llegar a esa situación, pero desde luego, menos gracia hace que te intenten tomar el pelo e imponer lo que no te corresponde. En aquel momento se vió que España contaba en el orden mundial porque la acción del gobierno español porque recibió el apoyo de Estados Unidos e Inglaterra entre otros.

Aquel era un gobierno serio, que trabajaba sin descanso, algo que no se puede decir del actual. Por eso ayer cuando escuché de boca de Rodriguez Zapatero que frente a su talante y buen rollito, Rajoy nunca sonrie a un español, me entró un escalofrío por la espalda. Este presidente de pandereta se rie de todo lo que pasa en España, le importa nada Navarra y su situación, se sienta a hablar con terroristas, aprueba la ruptura del orden constitucional, del Estado de Derecho. Y por supuesto, prefiero la seriedad de Rajoy, que no sonrie porque no hay una buena noticia que dar a España, pero claro, eso da igual. Lo bueno es sonreir y caer en gracia. Lástima que eso implique la desgracia de la ciudadanía a la que dice defender.

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Los Disidentes


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