lunes, julio 17, 2006

Guadalajara, año I

Hace hoy exáctamente un año, un incendio en la población alcarreña de Riba de Saelices acabó con la vida de 11 ciudadanos españoles. 11 personas que perdieron su vida, y que ni desde la Junta de Castilla La Mancha, ni desde el gobierno se les ha brindado la mínima ayuda. La actuación de estos dos gobiernos, recordemos, socialistas los dos, ha sido de una desvergüenza sin igual

Lo primero que se debería analizar es la actuación del Gobierno Autonómico. Una tragedia de ese grado en cualquier otro país hubiese llevado a la dimisión, y no precisamente por la puerta de delante, de muchos de los que gobiernan allí. Pero no ha sido el caso, únicamente se registró una dimisión, la de la entonces consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo, y que a los 40 días, como Alibaba y los ladrones, fue recolocada en otro lugar dependiente de la Administración Pública.

También se creó una Comisión para investigar lo que ocurrió aquel día. Pero para variar, fue una cortina de humo para no tener que mostrar las vergüenzas del gobierno regional. Una comisión a la carta, donde no fue a declarar ni el tato, y quien si lo hizo, tenía el carné socialista entre los dientes, diciendo que no se podía haber hecho más. Pero los socialistas, para variar, mienten. Se podía haber hecho más, por supuesto. Primero, se tardó un día y medio en posicionarse en nivel dos de peligro medio ambiental, cuando ya se había producido la mayor parte de la catastrofe. También cabe recordar que las comunidades vecinas, como Madrid y Valencia ofrecieron material humano y técnico para apaciguar el fuego. Pero en un gesto de chulería la Junta de Castilla La Mancha negó tal ayuda. ¿Porque? Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero se ve que el que regiones donde gobierne el PP le ofrezcan ayuda, no está visto con buenos ojos.

Y con posterioridad a echarles más leña a las familias. A los 6 meses de aquella catástrofe medioambiental, pero sobre todo humana, salió otro de los representantes del gobierno regional escupiendo que la vida sigue, y que no podían estar toda la vida pendientes de los muertos en el incendio. Vamos, que los muertos, en vez de sobrecogerles, les estorbaban.

Pero desde luego, si patética fue la actuación del equipo de gobierno regional, presidente que esta noche no estará en el funeral in memoriam por las víctimas, de siniestra se puede calificar la actuación del presidente del gobierno. En el momento de confirmarse las muertes se encontraba viendo la ópera. Hasta aquí todo correcto, si no fuese porque en el momento de comunicarselo, no se movió de su butaca. Y para mayor burla, a continuación se escondió en un viaje a China. Si, las relaciones con China son importantes, pero mucho más es la vida de 11 conciudadanos españoles. Y para rematar la jugada, apareció por el lugar del trágico accidente 3 días después, sin dar la cara delante de los familiares de los fallecidos, sólamente acompañado por el alcalde, socialista, como no, sobre el que derramó lágrimas de cocodrilo.

Pero los ciudadanos españoles no somos iguales que los que nos representan. A estos 11 fallecidos, a sus familias, siempre les guardamos un rinconcito de nuestro corazón.

Descansen en paz

Este artículo está escrito también en Occidente Liberal

Los Disidentes


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