Primer niño con DOS Papas

Ya está aquí, ya llegó. La consellera de Bienestar y Familia de la Generalitat, Carme Figueras, ha anunciado que una pareja de hombres homosexuales de Barcelona ha culminado el proceso de adopción. Se trata del primer caso de estas características en España, según el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco. Tenía que pasar despues de la brillante reforma del Código Civil en pos de la igualdad de derechos. Con los matrimonios entre homosexuales quedaban abiertas múltiples puertas.

A mí particularmente todo matrimonio que no es religioso no implica ninguna diferencia con una unión puramente de hecho. Al auténtica acepción de matrimonio es aquel en el que un hombre y una mujer se prometen amor eterno e incondicional antes Dios y los hombres.

El matrimonio civil implica la firma de un contrato, así que llamarlo matrimonio no me parece adecuado. Y hablar de un matrimonio entre homosexuales no me resulta peor que hablar de un matrimonio civil. Encuentro positivo que tengan los lógicos beneficios de las parejas de hecho y de los propios matrimonios civiles. Pero desde luego estoy completa, rotunda y absolutamente en contra del derecho de los homosexuales a la adopción.

¿Por qué? Pues porque la homosexualidad no es una orientación normal. Eso no implica que sea mala. A mí me parece distinta. No es algo normal. Como tampoco es normal ser albino. Está ahí y punto. Y a los niños hay que educarles en un entorno completamente normal, adecuado a la sociedad y a la misma naturaleza. En edades tan tiernas un niño sufrirá confusión y eso puede resultar traumático.

Ojo, seguro que los homosexuales pueden ser tan buenos padres como las parejas heterosexuales pero condicionarían su educación y su ambiente. Es algo completamente antinatural. Un niño, en condiciones normales subrayo, ha de tener una madre y un padre. Hacer demagogia barata con eso de que hay muchos hijos con padres separados, madres solteras no me vale. Porque eso es inevitable y no está alentado por un Estado que en los últimos tiempos imponen los derechos de los homosexuales sobre los de la infancia.

Los derechos del niño son lo primeros, y luego los del resto. Las parejas heterosexuales han de pasar un riguroso control de todo tipo a la hora de poder llegar adoptar a un niño, y puede durar años en nuestro país. Se les valora precisamente la estabilidad y el adecuado ambiente de crecimiento en el que se va a ver inmerso el adoptado.

Y ayer, en la progresista Cataluña tuvimos la primera adopción anti-natural de la historia de este país que todavía se llama España. Y encima lo celebran...