Situación de la negociación

Es cierto, la paz a cualquier precio. Da igual que se siga extorsionando a los empresarios, tanto vascos como navarros. Los navarros lo reconocen, los vascos no, pero es evidente que se siguen recibiendo estas cartas de extorsión, para que paguen unos 60.000 euros de media. No lo reconocen desde el círculo empresarial, quiza por su sintonia con el motus operandi del PNV.

Que se detenga al jefe de la redacción de deportes de la SERpiente en Irun da idea de la catadura moral de este medio de comunicación (aun sin querer generalizar, por supuesto). Que se le impute a un dirigente del PNV como intermediario de la red de extorsión también ha dejado de sorprendernos. El que solamente se sospeche de algún dirigente del PSE realize labores de intermediación con la banda asesina da que pensar. El que ahora se recrudezca la kale borroka mientras que el Gobierno nos quiere transmitir una idea de normalidad democrática, y de que se están dando las circunstancias ideales para la negociación es algo de lo más normal del mundo.

Por desgracia, son cosas que ya no nos sorprenden, aunque no dejan de asquearnos. Queremos saber la verdad de las negociaciones, es algo que afecta directa o indirectamente a toda la ciudadania española. Pero tenemos un gobierno especializado en mentir y ocultar. Los españoles le importamos nada. Bueno, si, nuestros votos, pero nada más